martes, abril 18, 2006

Apología de "La bella y la Bestia"

Parece que últimamente todo tiene que poderse clasificar, como quien maneja un archivador de bibliotecaria centenaria vamos desmenuzando todo cuanto nos rodea sin piedad, para reducirlo a un canon de realidad ínfima, y así, terminamos por comunicarnos mediante una redonda, con dos puntos y una ralla en su interior, convencidos de que dicha síntesis expresará mucho mejor nuestro estado de ánimo que cualquier práctica de la escritura convencional.
Hasta aquí uno dice: bueno, si la cuestión es comunicarse... ¡Qué más da cómo! Pero, ¿Qué pasa cuando lo clasificado son personas?

¿Qué escuchas? ¿Qué ves? ¿Qué te pones? ¿Por dónde te mueves? ¿Qué aficiones tienes?...
Eso está muy bien para etiquetar al personal pero, por favor, con tanto decorado no olvidemos que lo importante es la obra, dentro de toda fachada hay un hogar, a ver si nos acostumbramos a abrir más puertas antes de juzgar!!

1 comentario:

Jack dijo...

...me alegra ver que has vuelto por aquí...leo poco...pero te leo...

cuidate