lunes, septiembre 03, 2007

Silencio

Imagen: © Luciana Mariani

Tum- tum..., tum-tum..., tum-tum..., oía alejarse el latido de mi corazón, lejos, lejos, lejos, lejos; de la mano del silencio se desvaneció en el tiempo, abandonándome al frío vacío de niebla y hiel. La ausencia en mi interior desafiaba al eterno blanco de la nada. Un único consuelo: la oscuridad. Cerré mis ojos lentamente, fuera el hielo me envolvió con un blanquecino velo de escarcha, mi pecho permanecía abierto y frente a mi solo el rojo rastro de la ausencia. Y así, sucumbí a los adentros del blanco desierto y permanecí embriagada de silencio en el confín de la inmensidad de todos los tiempos.