miércoles, enero 17, 2007

Mensaje en una botella I

Estoy agotada, físicamente agotada, mentalmente agotada, de tanta tontería, de no ser yo, de no saber quién eres tu, de la metafísica, del espacio-tiempo, de la información subliminal, de los silencios eternos, de las conversaciones vacías, de los muros de aire, de pensar demasiado, de contenerme en todo, de tener que suponer, de tener que interpretar, de la falta de claridad, del exceso de complejidad, del escapismo, ... de ver pasar el tiempo.
No espero ser el amor de tu vida. No espero ser nada. Yo, ya soy, y soy mucho. Puedes seguir viviendo encerrado en tu caparazón creándome un continuo estado de desasosiego que me haga sentir tan insegura como para esconderme detrás de un enorme muro de miedos pero eso no te protegerá de lo que siento, solo te protegerá de mi, de saber quién soy, de sentirme, de disfrutarme, de vivirme. Sí, digo amor, no temo decirlo, no me ruboriza, no me avergüenza, no me da miedo porque no temo que me hagan daño, ya me lo han hecho y sigo deseando vivir, lo que temo es temer y perderme ser feliz aunque sea un solo instante fugaz.
Veo la vida fugaz y todo lo que en ella se concibe destinado a morir. Así pues, antes de que esto muera, aprovechando tanto aire que nos rodea, le prendo fuego por si la luz te deja ver. Esta es mi llama rodeada de oxígeno, cuando este se termine, ella se ahogará. Esta es mi isla rodeada de tiempo, cuando este se termine, todo morirá.

"Existe en mitad del tiempo
La posibilidad de una isla".
*

*Michel Houellebecq, La posibilidad de una Isla.

2 comentarios:

Fragile dijo...

Sinceramente hay que descubrirse al descubrir, que en un momento asi,conservas esa elegancia y metafora dura, y sobre todo que conservas la dignidad, que casi todos perdemos en esos momentos , Por que lo escribes con esa dignidad humana de ojos que miran de frente y sin miedo al horizonte, justo despues o justo antes de que la tormenta se lleve en la isla en que habitas.... No se a quien va dirijido , pero si hubiera ido dirijido a mi me habria llegado al trastero del alma, por que no puede ser de otra manera...que grande eres raquel

Anónimo dijo...

Ha pasado un año.
No es increible.