jueves, mayo 18, 2006

Desayuno con Diamantes

Amaneces un día, croissant en mano, viendo pasar delante de tu resacosa mirada tus sueños, esos que te hicieron tener ganas de vivir, esos que te dieron la fuerza para dar la espalda a tu destino y emprender el camino de tu felicidad. Entonces ves tu reflejo en un cristal, eres otra persona, parece que tus sueños se han cumplido y que conseguiste lo que tanto deseabas pero te escondes tras unas enormes gafas que no dejan ver más allá de la superficie. La soledad y el fracaso, todas tus frustraciones envueltas en una perfecta sofisticación de frivolidad que cautiva y despierta el interés de todos cuantos pasan a tu lado, y cuando llegas a casa, desnuda de apariencias, hasta el último rincón respira a vacío. Solo tu gato lo sabe, reflejo de tu realidad que prefieres mantener alejada de ti para seguir viviendo un sueño de aire, pero cuando sople el viento y la lluvia se lleve tu maquillaje solo quedareis tu y él porque cuando la realidad despierta los sueños, desaparecen los extras y quedan los verdaderos protagonistas que, rara vez, son más de uno y uno mismo.

Tras escribir esto mi gato se acercó y me mordió sin compasión para luego mirarme espectante, ¡¿Devería entenderlo como un "mordisco de realidad"?! Coincidencia... quizás solo pienso demasiado pero la cruda surrealidad me aturde.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

rachel, q bueno...me ha gustado mucho esa mezcla de sueños y la "puta" realidad. Me gusta mucho como escribes.
Pienso que un mordisco de realidad es la ostia!
Um beso

Jack dijo...

...la sensacion de exito o fracaso depende de lo que esperemos de nuestra vida...de nuestros anhelos...no guiandonos por estereotipos externos...

saludos

Fragile dijo...

Detras de toda esa apariencia magnifica y cautivadora, se esconde el verdadero valor, esa protagonista solitaria, es en realidad lo mejor del espectaculo....

Lo dice alguien que habla con conciencia de causa.